Fue así que, en una primera etapa de diálogo el 2019, se concretan informes antropológicos de uso cultural e históricos del lugar; medioambientales para identificar ecosistemas relevantes en la laguna El Barco, más un plan de turismo que dibuja las principales directrices para su permanencia en el tiempo; lo que se tradujo en un convenio con la Universidad de la Frontera, para la implementación de una infraestructura habilitante para el desarrollo turístico sustentable, con una inversión de $65 millones.
Para el director regional CONADI, Iván Carilao, el principal desafío para la Comunidad Indígena El Barco y las instituciones que sustentan esta iniciativa fue cómo desarrollar un turismo pewenche, “sin transgredir lo que es nuestro”, apuntó. En ese sentido el director destacó el diálogo que se generó, “el turismo tiene esa tarea, qué podemos mostrar, qué podemos visibilizar, a partir de estas acciones sin perder nuestra esencia, nunca pensé estar inaugurando un espacio en el que se dio esa discusión y en el que se han generado alianzas estratégicas que han tenido efectos de unidad”, finalizó.
Durante el año 2020 se inició la segunda etapa de este gran proyecto, en el que comienza la implementación de una infraestructura óptima para el desarrollo turístico sustentable, iniciando la construcción de un inmueble de 115 m2 en madera impregnada que cuenta con dos oficinas, más un hall de acceso, además de un espacio central como tienda-oficina y baño con acceso universal.
“Este es un proyecto en el que tuvimos un diálogo, se realizó primero una conversación con la comunidad, es un proyecto que tuvo varias etapas, logramos resolver qué es lo que queríamos como comunidad en una etapa inicial, luego hicimos el diseño y después se ejecutó el proyecto; ahora queda la puesta en marcha, de qué manera vamos a hacer el trabajo estratégico para desarrollar esta oficina y ese es un desafío que también invitamos a todas las instituciones que están hoy día presentes”, destacó José Huechecal, presidente de la Comunidad El Barco.
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Cabe destacar que, la construcción de esta oficina tuvo como exigencia sobre su ubicación en un espacio de uso ancestral de 11.5 hectáreas, que se encontraba a nombre de la Empresa ENEL, por lo que hubo un diálogo a través de CONADI que, permitió un comodato entre la Comunidad El Barco y la empresa, el que se extiende por 20 años, pudiendo ser prorrogado de mutuo acuerdo entre las partes.
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