Por Luis Alejandro Gutiérrez Méndez
Presidente ONG Desarrollo Local Nodo, Quilleco
El 15 de noviembre del 2019, las diversas fuerzas políticas firmaron el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución, después de cuatro semanas de marchas multitudinarias a lo largo y ancho del país. Las fuerzas políticas escucharon el clamor del pueblo que pedía a gritos una nueva carta fundamental, que nos permita el “buen vivir, o vivir bien”.
La propuesta incluyó un plebiscito para abril de 2020, en el cual se harían dos consultas: si se quiere o no una nueva Constitución y qué tipo de órgano debiera redactarla: una Convención Constitucional (Asamblea Constituyente) o una Convención Mixta Constitucional.
Sin embargo, nuestros planes debieron cambiar con la llegada el COVID 19 a nuestro territorio. Se debió suspender y postergar el plebiscito para el 25 de octubre del presente. No obstante, todo lo vivido en el confinamiento por nuestra gente, no hizo otra cosa que dejar en evidencia las desiguales que hay en nuestro país. Para muestra mencionar algunos temas que son fundamentales para nuestros coterráneos como son la Salud, Educación, Vivienda y Trabajo.
El pasado 26 de agosto se dio el inicio al periodo de propaganda del plebiscito, desde esa fecha en los medios de comunicación y redes sociales la información que más abunda es sobre el apruebo o rechazo y convención constitucional o mixta. Sin lugar a dudas, estamos viviendo una oportunidad histórica de nuestra historia república, por primera vez, tenemos la opción de hacer una constitución democrática, en la cual, los ciudadanos podemos elegir a quienes redacten nuestra nueva carta magna.
Yo apruebo, porque, quiero que el Agua sea un bien común de uso público. Hoy Chile es el único país del mundo donde es agua tiene derechos de aprovechamiento.
Apruebo, porque, quiero Pensiones Dignas para las y los trabajadores del país. El sistema capitalización individual se ha implementado en no más de 12 países en el mundo. La mayoría de los países tienen sistema de reparto y sistemas mixtos, por eso, hay que derogar el decreto de ley 3.500.
Yo apruebo, porque, quiero un Estado Plurinacional, donde se reconozcan los derechos de nuestros pueblos originarios, no más racismo ni discriminación al Pueblo Mapuche.
