Un paseo a través de la naturaleza, un recorrido por el patrimonio inmaterial e histórico de Quillón. Lo que comenzó como una apuesta hace poco más de seis meses, hoy es una exitosa realidad. El Valle del Sol ya cuenta con su propia Ruta del Vino.
“Lo que buscamos fue entregar un valor agregado a los productos que los campesinos tienen en los distintos sectores de Quillón. Tenemos productores de pipeño, espumante y licores artesanales; que por su lejanía con el centro urbano no lograban un buen acceso a los mercados de venta. Por lo tanto, como municipalidad decidimos apoyarlos para que recibieran turistas a través de capacitaciones y viajes a conocer otras rutas del vino a nivel nacional”, contó Miguel Pedreros, encargado de Turismo de la municipalidad.
Domingo a domingo, se ha realizado la ruta que cuenta con un recorrido de aproximadamente cuatro horas, donde los visitantes pueden conocer los destacados mostos del Valle del Sol. Asimismo, se trata de un viaje a través de la historia y un aprendizaje que exige buenos paladares.
“Bueno aquí la gente no sólo puede venir a probar, sino también a conocer y aprender cómo se hacen los vinos y licores en forma artesanal. Esta visita incluye un recorrido por la bodega y centro de elaboración, con una charla explicativa. La recepción de la gente ha sido muy buena, porque están ávidos de aprender y conocer otras cosas de Quillón”, indicó Pilar Villalobos, relacionadora pública de viña Lomas de Quillón.
DE MOSTOS Y DELICIAS
Un bus preparado especialmente para el tour traslada a los veraneantes desde la plaza de armas hacia los viñedos. Allí los productores los esperan esmerados y con sus mejores productos para degustación. Vinos tinto y blanco, Moscatel de Alejandría, fermentados de uva País, vino dulce, vino de misa y espumante; éstas son sólo algunas de las variedades que la ruta ofrece, además de los hermosos parajes que rodean las plantas vitivinícolas.
“Llevo cerca de un año con la elaboración de vino y me ha ido bastante bien. Antes yo vendía la cosecha en bruto, la pura uva, pero después me dediqué a envasar, porque el precio de la uva estaba bajando mucho. También me ayudó a esto el haber viajado a Argentina y Francia, donde nos aconsejaron que nos dedicáramos a la botella, para sacar un precio final”, expresó Héctor Lara, propietario de viña Entre cerros y viñedos.
Sin embargo, no todo es derivado de la uva, ya que dentro del recorrido, una estación es la viña Viñedos de Luis, cuyo dueño, Luis Suárez y su esposa, quisieron darle un valor agregado a la visita ofreciendo deliciosas empanadas y kuchenes hechos con lo mejor del campo. “Yo estuve 20 años envasando vino en garrafas, pero hace un año me dedico a las botellas, que tienen mejor venta. Así fue como empezamos y a mi esposa se le ocurrió que podíamos ofrecer cosas para comer. Las empanadas son con recetas de mi mamá y los kuchenes de arándanos, frambuesa y pie de limón los hace mi esposa, con todos los ingredientes producidos acá”, señaló Suárez.
Otra parada obligada es la viña Viñedos Nobles de Felizardo Barriga. Él se dedica a los espumantes, un producto nuevo en el Valle del Sol, pero que ha generado buenos dividendos para quienes se atrevieron a su elaboración.
“Recorrer la ruta del vino es algo espectacular, los tragos son muy buenos, los distintos sabores del vino son algo maravilloso. Y lo mejor es que se aprende mucho recorriendo las viñas y conociendo”, consignó la turista Lucía Valdebenito.
Roberto Pinochet, oriundo de Concepción nunca había hecho una ruta del vino y al igual que Lucía coincidió que era una experiencia espectacular. “Me ha gustado mucho, porque he conocido un poco más de la historia de Quillón y conocido lo que se fabrica acá que está un poco escondido, no es tan fácil poder llegar no es tan común. La verdad es que estar en las viñas y que nos reciban con los brazos abiertos es excelente, dan ganas de volver”.
Sin duda, la ruta del vino ha sido un tremendo esfuerzo y acierto por parte de los viñateros y la Municipalidad de Quillón, quienes vieron una verdadera oportunidad en la gran afluencia de veraneantes que tiene la comuna, tanto en la temporada estival como dentro de los otros meses. Por lo mismo, ya se hicieron las gestiones para que esta ruta se extendiera por todo el año.
Quillón ya se recuperó de los embates del fuego y lo hizo en grande. Espectáculos musicales en vivo en la plaza de armas y un sinfín de actividades a orillas de la laguna, dan cuenta de una comuna resiliente y cooperadora que ha hecho grandes esfuerzos para hacer que Ñuble se recupere de la tragedia vivida con los incendios forestales.
