Por Juan Antonio Montes Varas
Director Acción Familia
Como Ud. sabe “Pan y Circo” es una expresión acuñada durante los primeros años de la era cristiana por el poeta romano Juvenal. Con ella el escritor estigmatizaba la estrategia cínica de ciertos emperadores de su época, los cuáles obsequiaban a los ciudadanos trigo y entradas para el circo, con la solapada intención de mantenerlos alejados de la vida pública y de las cosas importantes y de ese modo seguir gobernando sin oposición.
La expresión nos vino a la memoria oyendo las presentaciones satíricas que han tenido lugar en el reciente Festival de Viña del Mar y leyendo las noticias aparecidas al respecto.
Se supone que el Festival repetido todos los años, debería en principio dar lugar a la exhibición de conjuntos artísticos que representen alguna creatividad musical y que distraigan sanamente a las familias en el período de verano.
Sin embargo, desde hace ya varios años, y cada vez con más insistencia, el referido Festival va dando más importancia a la sátira que a lo propiamente artístico. Y la propia sátira se va haciendo cada vez más vulgar, de doble sentido e incursionando en temas políticos con acentuado sabor a lucha de clases.
Como es proyectado por los canales de TV a todo el País y en horario estelar, este evento se ha transformado en una especie de ventana donde se dan cita todos los chilenos, de cualquier edad, a escuchar cada vez menos arte y oír cada vez más groserías.
Este año no fue una excepción a la regla. Al contrario, pareciera que el ranking aumenta en la medida en que las groserías se hacen de mayor calibre, y como lo que importa a los medios de comunicación televisivos es primordialmente la medición de la audiencia, sin importarles el contenido que proyectan, entonces bien venidas las groserías y la ordinariez.
En esta oportunidad, se innovó en el mal gusto con una presentación caricaturizada contra las instituciones de las FFAA. De acuerdo a las declaraciones del cómico Juan López, autor de la sátira, “el tema de la discriminación, el tema del clasismo, el tema de las desigualdades en las FF.AA. es muy potente”. A lo cual agregó en sus comentarios posteriores: “por todo el robo de dinero que hay hoy día en las FF.AA., por todo lo que se ha descubierto. Se han escrito libros sobre el robo de dinero, de nuestra plata, de nuestro cobre”.
De acuerdo a su particular visualización, las instituciones de la defensa nacional, no pasarían de asaltantes, preocupados de sus propios intereses, aferrados a criterios “clasistas y discriminatorios”. Todo lo cual contrasta diametralmente con la opinión generalizada del pueblo chileno, tiene sobre las FFAA y de Orden.
Para que se perciba hasta qué punto las opiniones del cómico distan del general de los chilenos, en los mismos días en que este personaje se burlaba de las instituciones armadas, la empresa de sondeo público CADEM informaba que el 72 % de los encuestados aprobaba la gestión del Ejército en los recientes incendios forestales. Y que esa aprobación llegaba al 92% con relación a la actitud de los carabineros, institución que el cómico también debe considerar “discriminatoria”.
Naturalmente Ud. nos podría preguntar entonces: ¿Cómo puede ser que el 72% de los encuestados apruebe la gestión del Ejército y el 42% festeje la burla contra la misma institución?
La respuesta es más simple de lo que parece. Cuando una persona es encuestada, ella responde de acuerdo a lo que personalmente piensa, sin ser influido ni por la masa, ni por el entrevistador.
Al contrario, el Festival es eminentemente un fenómeno de masas. Allí las personas no reaccionan de acuerdo a sus propias convicciones ni a sus razones, ellas se dejan arrastrar por lo que la “masa” aprueba o rechaza. Y, naturalmente, la masa siempre va a aprobar aquello que le facilita sus bajos impulsos, es decir lo contrario de orden, de jerarquía, de disciplina, de sacrificio por el bien común, que es lo propio del Ejército y de Carabineros de Chile.
De ahí que parezca que todo el País esté de acuerdo con los chistes, las groserías y los ataques proferidos contra las FFAA. Lo que es falso.
En el mismo sentido, ninguna mujer puede gustar que se relativice irónicamente el estupro pues representa la mayor violencia que se puede cometer contra su intimidad. Sin embargo ese delito fue presentado irónicamente por una cómica en el mismo Festival, y su presentación contó con un alto ranking de audiencia. Es el mismo fenómeno. Lo que cualquier persona rechazaría de modo inmediato, la masa lo festeja y nadie protesta.
Lo más grave del asunto es que esta escenografía termina dando una falsa imagen de Chile, por la cual, aquellos que integran la parte vulgar de la sociedad, se constituyen en una especie de falsa elite, condecorados con “gaviotas”. Todo lo cual les da una especie de título de preminencia social, casi diríamos de nobleza, por donde terminan influyendo mucho más que la gran mayoría seria, trabajadora y honesta de los chilenos.
Al respecto, el Papa Pio XII, dirigiéndose a la Nobleza Romana, esa sí una nobleza auténtica y cristiana les decía: “En sí no es difícil mantener en el pueblo la religión y las sanas costumbres, cuando las clases altas van delante con su buen ejemplo y crean condiciones públicas que no hagan desmedidamente gravosa la formación de la vida cristiana”.
Al contrario, cuando este “jet set” viñamarino elevado a la altura del estrellato por los medios de comunicación, bien remunerado y famoso por ser visto en todos los aparatos televisivos a lo largo del País, da estos malos ejemplos y se burla de instituciones sagradas de nuestra nación, como son la integridad de la familia, las buenas costumbres, la sanidad de la moral y de aquellos que se consagran a la defensa del territorio nacional y a la mantención del orden público; entonces, los frutos son precisamente los contarios.
Para concluir; en el Circo Romano, los emperadores sacrificaban la vida de los cristianos para servir de entretenimiento a la masa. Esta semana pasada los responsables del Festival de Viña sacrificaron los principios cristianos con el mismo fin.
Sólo que de la sangre de esos mártires, por la gracia de Dios, brotaban nuevos cristianos. De la burla y del escarnio de la virtud, no puede brotar sino la maleza del vicio, del error y de todas las pasiones desordenadas.
Muchas gracias y recuerde que nos puede seguir en www.accionfamilia.org Hasta la próxima semana.
