Por Carlos Alexis Cuevas Gatica.

Est. De Derecho U. Bolivariana Santiago.

Me encontraba con los oídos atentos un domingo por la tarde noche, siguiendo los medios que expresaban a full noticias que venían por una parte desde Brasil y el resultado de las elecciones presidenciales en segunda vuelta, y por otra parte de lo que el presidente Sebastián Piñera le contaba al país a través de cadena nacional respecto a la reforma al sistema de pensiones, donde uno de los puntos que más acaparó la atención de los medios nacionales, fue el aumento del 4% de cotización obligatoria para mejorar las pensiones.

Lo anterior, lo encuentro realmente importante, porque quién no va a estar interesado cuál será nuestro futuro en los días en que ya no podamos ser seres productivos, teniendo que retirarnos a nuestros cuarteles quizás a desarrollar actividades más bien relacionadas con los nietos, el deporte o quién sabe qué cosa despliegue cada cual; pero ajustado a los poquitos pesos depositados una vez al mes en nuestra humilde cuenta de pago; y digo poquitos pesos, porque yo no sé quién puede estar contento hoy con la jubilación que recibe, si a la verdad dicho pago no permite muchas cosas, gran parte se va en costos de medicamentos y objetos a fines.

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Para entender esto en palabras simples, digo que el actual sistema de pensiones obliga a que del sueldo bruto que reciben los trabajadores, se descuenta el 10% que va directamente a una Cuenta de Capitalización Individual, administrada por una Administradora de Fondos de Pensiones AFP, donde dicha Administradora mediante la inversión en el mercado de capitales busca aumentar en base a la rentabilidad que este 10% pueda dar, respecto al fondo en que se encuentre el trabajador.

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El presidente anuncia la cotización de un 4% extra, con cargo al empleador, pasando con esto de un 10% a un 14%, por lo que el sueldo líquido percibido por el trabajador no se verá afectado. 4% que se dice que será administrado por algún estamento distinto a las Administradoras de Fondos de Pensiones AFP, lo que me parece bien en primeras líneas, ya que el diario Estrategia dice que dicho sector anotó en el primer semestre 2018 ganancias atribuibles a los controladores por $144.620, millones,  lo que implica un retroceso de 28,9% igual periodo 2017 (http://www.estrategia.cl/texto-diario/mostrar/1163299/afp-concentran-525-ganancias-sector-junio-fuerte-retroceso-rentabilidad-encaje); lo que sería contra producente seguir dándole privilegios a manejar este 4% extra a quienes simplemente han hecho un mal manejo del dinero de los trabajadores chilenos, donde los únicos beneficiados han sido los mismos de siempre, con un patrimonio más abultado en directo perjuicio de la gran masa de hombres y mujeres que hemos sido obligados por el sistema a tener que entregarle el fruto de nuestro trabajo a esta manada de Alibabaes, escondidos en sus cuevas planeando como seguir usurpando el recurso económico de los años de trabajo de todos.

Según el mandatario en su anuncio, que con esta decisión se aumentarán en un 40% las pensiones de todos los trabajadores del país. Es un 4% extra mensual, de cargo del empleador, por tanto se requiere estar trabajando, ser un hombre o mujer que tenga un contrato de trabajo, con sus cotizaciones de sus leyes sociales, pero ¿en qué pie quedan los trabajadores de cuenta propia?, aquellos que desarrollan sus actividades remunerativas en torno quizás al comercio u otros servicios, donde no cotizan, no tienen un contrato de trabajo, las dueñas de casas, el agricultor, el pescador, el que trabaja en programas especiales de empleos, y tanta y tanta gente que día a día se gana la vida buscando por aquí y por allá, gente que sale muy temprano de sus casas para tratar de ganar dos o tres pesos en largas jornadas lejos de su familia, dejando hijos pequeños al cuidado de otros o de sí mismos, quedando una vez más a mi juicio abandonados a su suerte, ya que sus vidas no les importa a nadie, menos a aquellos que sólo están pendientes de sus granjas particulares, tratando de meter la mano en negocios fraudulentos y de mala calaña, total ellos no viven la pobreza, no tienen que comer pan con margarina gran parte de los días porque no hay para más, no viven de a 10 en casas de 30 metros cuadrados, pero se dan el lujo de poder determinar para los demás que tienen que recibir y con eso se tienen que quedar tranquilos; lo que causa verdaderamente una profunda decepción, porque cada cual intenta ser feliz con lo que tiene, porque a estas alturas de la vida simplemente no aspiramos a más.

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Saben qué estimados grupos económicos, ustedes que se levantan cada día con la sola idea de arrebatarles lo poco y nada que a la gente les va quedando, si les queda algún grado de humanidad y de sentido común, los trabajadores y todo ese universo de personas que siguen quedando desamparados del sistema, háganle caso aquel cantante que decía “por qué no se van del país”… o aquel interno que en un video decía “anda a laaaaar”.

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