Santiago, 02 de enero.- Actualmente nos encontramos en un entorno laboral cada vez más competitivo, tecnológico y globalizado, en el que los estándares son más exigentes y las empresas necesitan ventajas, no solo para diferenciarse, sino para destacar sobre su competencia. Es por esto que en el último tiempo, las compañías han implementado diversas acciones y se han sumado a la tendencia de generar una experiencia positiva para las personas en su trabajo.
La noción de satisfacción laboral ha ido evolucionando hacia una visión de “compromiso”, que busca que los colaboradores no solo estén satisfechos de estar en una empresa, sino que también quieran mantenerse trabajando en la misma por todo el tiempo posible. En esa línea, hoy ha tomado mucha fuerza el concepto de “Engagement” o involucramiento, el que implica que un trabajador esté racional y emocionalmente conectado, con una motivación intrínseca a invertir su tiempo y sus energías en el pos de la consecución de los objetivos de la compañía.
Al respecto, Elisa Mardones, consultora de Talent&Rewards de Willis Towers Watson, explicó que “este concepto, sin embargo, puede quedar corto si no se tiene consideración la manera en la que la compañía puede aportar para sostener en el tiempo el involucramiento del colaborador. Desde aquí es que entramos en el concepto ‘Involucramiento Sustentable’ o ‘Sustainable Engagement’. Este concepto implica no solo que un trabajador está involucrado, sino que se siente apoyado y motivado por su compañía para trabajar en entregar su máximo desempeño”.
Ahora, ¿por qué es tan importante el involucramiento? Los estudios muestran una clara relación entre altos niveles de involucramiento y mejoras en los resultados operacionales y financieros. Según la Base de Datos Global de WTW, aquellas compañías que presentan involucramiento sustentable tienen márgenes operacionales tres veces superior al de aquellas que tienen un involucramiento bajo.
Así, el involucramiento sustentable está asociado a una menor tasa de ausentismo (disminución de 1.6 días menos de ausencia), a un aumento en la productividad (+6% de cumplimiento de tiempos establecidos) y un aumento en la satisfacción de clientes (18%) y ganancias (aumento de un 9%), entre otros.
A juicio de Mardones, “para asegurar que los colaboradores estén satisfechos ya no basta solamente con poner foco en la remuneración y otros elementos higiénicos tradicionales, sino que debe haber un cambio hacia lograr que estos puedan sentirse plenos en los distintos ámbitos de su trabajo. Esto se logra principalmente instalando un fuerte sentido de propósito, lo que implica hacer que los colaboradores crean en la estrategia y visión de la organización y cómo ellos pueden aportar de manera activa a ésta”. En línea con lo anterior, la consultora de WTW agregó que “al mismo tiempo, deben sentir que su trabajo es motivante y que cuentan con las herramientas y condiciones necesarias para usar al máximo sus habilidades. Debe existir también una cultura que valore la diversidad y la inclusión y que motive el alto desempeño, la cual debe estar alineada desde lo más alto de la organización hasta los gerentes y supervisores. Naturalmente, las compensaciones deben ser adecuadas también. Ahora bien, más allá de una remuneración que reconozca los esfuerzos de la gente, la compensación debe incluir oportunidades de crecimiento y desarrollo, que sean comprendidas para los colaboradores como un incentivo para seguir trabajando activamente por su propio crecimiento y del negocio”.
