Talcahuano, febrero de 2018.-  Con 470 mts2 construidos y una inversión superior a los 559 millones de pesos, el jardín La Vega de Talcahuano es el nuevo establecimiento inaugurado por Integra en la Región, ceremonia que contó con la presencia de la directora sociocultural y presidenta de la institución, Paula Forttes; el intendente del Biobío, Rodrigo Díaz; la directora regional de Integra, Gabriela Maldonado; el director provincial de educación, Francisco Reyes; el consejero regional del Consejo Nacional de la Infancia, Rubén Salazar y el director de Dideco de la Municipalidad de Talcahuano, Roberto Lucero.

El centro educativo, que puede dar atención a 48 niños y niñas de niveles sala cuna y párvulos, es parte de la Meta Presidencial de aumento de cobertura, iniciativa que permitió a Integra construir entre 2014 y 2017, 57 jardines infantiles y salas cunas en el Biobío, de ahí que Gabriela Maldonado destacara la labor realizada y el cierre de un ciclo que definió de mucho esfuerzo, pero exitoso. “Hoy en la Región tenemos 2.950 cupos más. Hemos podido construir jardines nuevos, pero también ampliar algunos existentes, respondiendo a las sentidas demandas de las familias y las comunidades.”

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La directora Regional agregó que “hoy, pese a estar aún en periodo estival, estuvimos muy bien acompañados por las mamás y los papás del jardín. Eso hace que nos demos cuenta que el respaldo de los apoderados es absoluto y no tiene que ver solo con un tema de infraestructura, sino de reconocer y valorar la forma en que brindamos nuestro servicio para los niños y niñas”.

Paula Forttes, en tanto, destacó durante su discurso el hecho que hoy exista consenso respecto a la importancia de la educación inicial, cosa que en su opinión no pasaba hace cuatro años atrás. Así también valoró la idea de querer seguir trabajando en ofrecer espacios donde todos los niños, sin importar su origen, sean iguales y tengan acceso a una educación de calidad desde la infancia.

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Rebeca Carreño, madre de una pareja de hermanos que asiste al jardín destacó la vocación y el profesionalismo de las tías y agradeció el apoyo brindado por todas ellas y por Integra, pues reconoció que en su carácter de inmigrante no fue fácil abandonar todo en Venezuela para comenzar de cero, debiendo dejar lo más preciado, los hijos, en manos de personas que al principio son desconocidas, pero que en poco tiempo se han convertido en un gran apoyo. “En estos casi tres meses que lleva funcionando el jardín, mis niños y sus compañeritos han aprendido y creado un vínculo hermoso entre ellos y sus tías. A la hora de regresar a casa, muchas veces, no se quieren ir”.

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