El próximo 1 de abril, a la medianoche, tendremos un nuevo cambio de hora en el país. Este paso al horario de invierno provocará que al llegar a las 0:00, los relojes deban retroceder hasta las 23:00 hrs., excepto por la Región de Magallanes y el Territorio Chileno Antártico.

Esta modificación provocará, entre otras cosas, que nos despertemos con el cielo más oscuro y más frío. Si esto ya es difícil en personas adultas, lo es más todavía en niñas y niños, quienes recién comenzarán el segundo mes completo de clases de este 2023.

Ante esto, Macarena Mena -Magíster en Psicología Clínica y académica de la sede Viña del Mar de la Escuela de Psicología de la Universidad Santo Tomás- entregó algunas recomendaciones para enfrentar este paso obligado.

Macarena Mena -Magíster en Psicología Clínica y académica de la sede Viña del Mar de la Escuela de Psicología de la Universidad Santo Tomás.

¿Qué efectos causa?

“El cambio de los horarios puede impactar en distintos niveles generando problemas, por ejemplo, en la atención, en la irritabilidad, muchas veces cansancio y desánimo”, sostiene la docente. Estas consecuencias se pueden arrastrar “hasta la adaptación de este nuevo horario, la que puede tomar entre tres días a más de dos semanas”.

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¿Qué estrategias podemos usar con niños y niñas?

La psicóloga asegura que modificar levemente la rutina es un buen acercamiento, como lo podría ser el llevar a los niños a dormir “entre diez a quince minutos antes, generando una preparación para este cambio”. De todas formas, pone énfasis en que “es necesario que toda la familia se haga cargo”, ya que el complemento entre lo individual y lo colectivo ayuda a asimilar esta modificación.

Otro elemento recomendado por Mena es el aumentar la actividad física, ya que “está comprobado que podemos generar una regulación del sueño gracias al gasto de energía extra”. Esto puede ser tanto con lo realizado en los colegios como también con actividades adicionales, sean deportes, juegos o paseos.

Dentro de esta formación de hábitos también se encuentra la alimentación. Allí se recomienda no consumir grandes cantidades de azúcar o comidas después de las 21:00 horas y evitar preparaciones con altas cantidades de grasa.

No preocuparse de sobremanera

“Si bien puede aparecer sintomatología a causa del cambio de hora, no es motivo de preocupación, ya que es esperable que aparezcan y luego se vayan al adquirir una nueva rutina, ajustando los horarios”, asegura Mena.

Aquí también desliza algunas recomendaciones para adultos: “Cumplir con las rutinas de sueño es fundamental, principalmente tener horarios fijos para acostarse y levantarse. Con esto se puede potenciar y retomar la rutina anterior, formando el hábito más rápido luego de este cambio horario”.

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