Misael Cuevas presidente de la Federación Red Apícola Nacional (RAN).

El Nodo Apícola de la Región del Biobío comenzó su segundo año de operación, con el objetivo de concretar el envío de propóleo y abejas reinas a tierras aztecas, así como abastecer a empresas farmacéuticas nacionales.

Frascos de miel con merkén, canela o limón, cremas para manos, jabones y champú, además de polen y propóleo, son parte de la cartera de productos de un centenar de pequeños y medianos emprendedores que iniciaron esta mañana el segundo año de gestión del Nodo Apícola de la Región del Biobío, el que, en este período, estará focalizado en la exportación.

El presidente de la Federación Red Apícola Nacional (RAN), Misael Cuevas, destacó que la nueva fase “está en producir y vender los dos productos que el año pasado definimos para ampliar la matriz productiva del sector que son material vivo, en este caso abejas reinas, y propóleo. Esto porque ya recogimos información, revisamos los estándares de mercado, capacitamos a la gente en procesos productivos y nos acercarnos y tuvimos diálogo con los potenciales compradores”, dijo.

Respecto a las perspectivas para este segundo año, el dirigente manifestó su confianza en los resultados. “Tenemos el encadenamiento para la exportación a México, principalmente, con material vivo, a través del envío de (abejas) reinas y en Chile, en tanto, tenemos conversaciones previas con los laboratorios Pasteur y Knop, y con la apícola El Canelo, de la Región del Maule, que se dedica a la exportación”.

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 “Nuestra producción – añadió – no están importante en el PIB agrícola nacional, pero si lo somos por el rol significativo que cumplen las abejas para el rubro alimentario y la mantención de la biodiversidad. Si, como país, exportamos alimentos por 5.000 millones de dólares, al menos el 40% son aporte directo de la apicultura por efecto polinizador. Estamos, en todo caso, cerca de los 60 millones de dólares en producción”, recalcó.

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Por su parte, el intendente subrogante de la Región del Biobío, Enrique Inostroza, valoró el impacto del proyecto. “Estos esfuerzos permitieron abrir mercados y hoy preparar las condiciones para que los productores de miel de la región puedan agruparse y, particularmente, poder exportar. Tenemos una cantidad de apicultores relevante, pero necesitábamos organizarlo y esto se logró gracias al apoyo de Corfo, del Comité de Desarrollo Productivo Regional y la RAN, para que la miel y sus derivados sean exportados y así nuestros apicultores tengan mejores condiciones para su producción”, comentó.

Al respecto, Juan Mardones, director ejecutivo Comité de Desarrollo Productivo Regional, dijo que “el nodo ha cumplido la función de asociar y articular esfuerzos y dedicación de decenas de micro y pequeños emprendedores que, gracias a la capacitación y construcción de redes ampliaron la oferta de productos, establecieron nexos con compradores y ahora se preparan para exportar. Esto, sin duda, aumentará los ingresos, podrá implicar la creación de nuevos puestos de trabajo y también posicionar a nuestra región en este mercado”.

El Nodo Apícola de la Región del Biobío tuvo una inversión de $39.400.000, de los cuales la mencionada entidad descentralizada de Corfo aportó con $28.500.000 y el margen restante fue cubierto por la Federación Red Apícola Nacional.

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