Según cifras aproximadas, 850 mil chilenas y chilenos tienen algún tipo de discapacidad visual, es decir, casi uno de cada 20. De ese grupo, alrededor de 84 mil tienen ceguera total.
Este amplio grupo de la población requiere ayuda desde la cuna hasta la vejez. En ese objetivo, la organización líder en nuestro país es Fundación Luz, que, próxima a cumplir 100 años de vida, acaba de extender su cobertura.
El foco de esta ampliación está puesto en primera infancia, etapa escolar y adolescencia de personas ciegas o baja visión. Sin embargo, sus programas, totalmente gratuitos, abarcan todo el ciclo vital, como se detalla a continuación:
Programa de Atención Temprana: Recibe a niñas y niños desde los cero hasta los tres años y 11 meses de vida, ya sean ciegos, baja visión o con algún signo de alerta en el aspecto visual. El equipo tiene áreas especializadas en educación diferencial, fonoaudiología, terapia ocupacional, kinesiología, orientación psicológica familiar, talleres grupales y orientación social, que integran activamente al cuidador, sobre todo de los menores de dos años. Puede ser en modalidad presencial, con sesiones de 45 minutos a una hora, u online (Zoom, Meet o videollamadas de WhatsApp), de media hora.
Programa de Transición Escolar: Pertenece a la Coordinación de Atención Temprana, que apoya en el tránsito hacia el colegio a niñas y niños desde los cuatro hasta los cinco años y 11 meses. El equipo cuenta con una educadora diferencial especialista en problemas visuales, una psicóloga con enfoque sistémico familiar y promoción de servicios sociales.
Programa de Enseñanza Básica Primer Ciclo: También perteneciente a la Coordinación de Atención Temprana, apoya en el desarrollo y en los desafíos escolares que puedan tener estudiantes desde los seis hasta los 10 años y 11 meses. Al igual que el Programa de Transición Escolar, tiene en el equipo una educadora diferencial especialista en problemas visuales, una psicóloga con enfoque sistémico familiar y promoción de servicios sociales.
Programa de Rehabilitación Funcional: Recibe a personas con discapacidad visual desde los 11 años en adelante, divididas por segmentos etarios: de 6º a 8º básico, de 1º a 4º medio, de 18 a 25 años, de 26 a 50 años, y de 51 años y más. Tiene como objetivo el desarrollo máximo de las potencialidades y la adquisición de habilidades para insertarse en los ámbitos familiar, educativo y laboral, con el fin de lograr autonomía e independencia, y mejorar la calidad de vida. Consta de siete talleres: Acompañamiento psicosocial, Braille, Habilidades de la vida diaria, Orientación y movilidad, Actividad física, Tiflotecnología y Prelaboral.
María Alicia Albornoz, directora social del centenario organismo, explica la principal razón de este aumento en las coberturas, enfocado en las etapas tempranas. “El objetivo es llegar a más niños, niñas y adolescentes con discapacidad visual que están dentro de la educación regular. En Chile hay más de 4.000 niños con discapacidad visual en edad escolar y actualmente llegamos a menos del 1%”, advierte.
“Fundación Luz, en estos casi 100 años de existencia, ha sido capaz de innovar y actualizar su estrategia en función de las necesidades, y así continuar con su propósito de incluir en todos los ámbitos de la sociedad a las personas con discapacidad visual, como sujetos activos y protagonistas de su vida”, cierra.
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